Carlos I de España
1.El 25 de febrero de 1500 se estaba celebrando una fiesta que gozaba de la presencia de los reyes Felipe el Hermoso y su mujer doña Juana (1479-1555) –hija de los Reyes Católicos-, que todavía no era conocida por la Loca.
Cerca de la Medianoche doña Juana se siente indispuesta y se ausenta al servicio, en donde tres horas después, dio a luz al que fuera más conocido por Carlos I Rey de España (1516-1556) y Carlos V Emperador alemán (1519-1556) y Emperador del Sacro Imperio.
Quizá el retrete fue un lugar de nacimiento un tanto innoble para tan magna figura, pero es que la naturaleza como la muerte no entienden de nobleza.
2.Carlos V, además de heredar de su bisabuelo Carlos, Duque de Borgoña, el nombre y los Países Bajos; heredó un mentón sobresaliente que le impedirá cerrar la boca, y de la familia Habsburgo un característico labio inferior prominente. Todos estos rasgos, según las fuentes de la época le convertían en un bebé de enorme fealdad. Todo ello, se vio agravado por una horrible dentadura, que para las técnicas de aquellos tiempos era imposible de corregir.
Por incapacidad de la madre de Carlos V, doña Juana, pasó a gobernar en España, en donde un descuidado cortesano de Calatayud, sin darse cuenta del problema de nacimiento que impedía a Carlos V cerrar la boca, le dijo:
“Cerrad la boca, Majestad, que las moscas de este reino son traviesas.”
3.En la actualidad si se hubiera sometido al joven Carlos V a una revisión psicométrica lo hubieran declarado inútil para gobernar. Todo ello, debido a su poca facilidad para los idiomas, por ser torpe con las matemáticas, por tener ataques epilépticos y por, parece ser, falta de entendimiento.
Pero pese a no ser bueno para los idiomas, hablaba un francés correctísimo con el que expresaba las ideas más claras de la Europa de su tiempo. Si en las matemáticas no fue un Pitágoras, supo aplicarlas de manera magistral en todas las batallas en las que participó. En cuanto a los ataques, si los tuvo, al llegar a la pubertad, extrañamente desaparecieron...
4.Fue un joven tardío en su desarrollo, pero despunto repentinamente, convirtiéndose en un muchacho serio y responsable ante las circunstancias de su época.
Carlos V al llegar a España, en 1516, curiosamente no sabía ni una palabra de castellano. Tenía que gobernar un país del que desconocía absolutamente todo, ya que había sido criado en una cultura totalmente distinta a la española.
De todos modos, si que es verdad que hablaba francés, flamenco y alemán, aunque bastante mal este último.
1.El 25 de febrero de 1500 se estaba celebrando una fiesta que gozaba de la presencia de los reyes Felipe el Hermoso y su mujer doña Juana (1479-1555) –hija de los Reyes Católicos-, que todavía no era conocida por la Loca.
Cerca de la Medianoche doña Juana se siente indispuesta y se ausenta al servicio, en donde tres horas después, dio a luz al que fuera más conocido por Carlos I Rey de España (1516-1556) y Carlos V Emperador alemán (1519-1556) y Emperador del Sacro Imperio.
Quizá el retrete fue un lugar de nacimiento un tanto innoble para tan magna figura, pero es que la naturaleza como la muerte no entienden de nobleza.
2.Carlos V, además de heredar de su bisabuelo Carlos, Duque de Borgoña, el nombre y los Países Bajos; heredó un mentón sobresaliente que le impedirá cerrar la boca, y de la familia Habsburgo un característico labio inferior prominente. Todos estos rasgos, según las fuentes de la época le convertían en un bebé de enorme fealdad. Todo ello, se vio agravado por una horrible dentadura, que para las técnicas de aquellos tiempos era imposible de corregir.
Por incapacidad de la madre de Carlos V, doña Juana, pasó a gobernar en España, en donde un descuidado cortesano de Calatayud, sin darse cuenta del problema de nacimiento que impedía a Carlos V cerrar la boca, le dijo:
“Cerrad la boca, Majestad, que las moscas de este reino son traviesas.”
3.En la actualidad si se hubiera sometido al joven Carlos V a una revisión psicométrica lo hubieran declarado inútil para gobernar. Todo ello, debido a su poca facilidad para los idiomas, por ser torpe con las matemáticas, por tener ataques epilépticos y por, parece ser, falta de entendimiento.
Pero pese a no ser bueno para los idiomas, hablaba un francés correctísimo con el que expresaba las ideas más claras de la Europa de su tiempo. Si en las matemáticas no fue un Pitágoras, supo aplicarlas de manera magistral en todas las batallas en las que participó. En cuanto a los ataques, si los tuvo, al llegar a la pubertad, extrañamente desaparecieron...
4.Fue un joven tardío en su desarrollo, pero despunto repentinamente, convirtiéndose en un muchacho serio y responsable ante las circunstancias de su época.
Carlos V al llegar a España, en 1516, curiosamente no sabía ni una palabra de castellano. Tenía que gobernar un país del que desconocía absolutamente todo, ya que había sido criado en una cultura totalmente distinta a la española.
De todos modos, si que es verdad que hablaba francés, flamenco y alemán, aunque bastante mal este último.
